"La mano de Dios es ahora mía", dijo el delantero uruguayo Luis Suárez quién impidió con ambas manos que Ghana dejase fuera del Mundial a su equipo, en los últimos segundos del tiempo extra del encuentro de cuartos de final entre ambos.
Suárez fue expulsado, como dice el reglamento, y Ghana recibió un penal a favor que Asamoah Gyan pegó en el travesaño. Un incidente crucial, ya que a la postre los africanos resultaron eliminados en penales y Uruguay va a su primera semifinal en 40 años.
Pero en el mundo angloparlante, lo hecho por Suárez ha sido calificado por muchos como "trampa".
Muchos columnistas de la prensa británica han cuestionado el espíritu deportivo del jugador. Lo mismo ha sucedido dentro de los foros de opinión de la BBC local ante la frustración de no poder ver ahora a Ghana en semifinales.
Suarez es considerado un héroe en Uruguay.
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